

Nacido en la provincia de Santiago del Estero, en la ciudad capital, en el año 1954. Actualmente reside entre Buenos Aires y Santiago del Estero.
En el inicio de su carrera profesional, en el año 1965, forma junto a su hermano Coco, el conjunto “Los Banegas”. Luego se incorpora a los Tobas, grupo tradicional (con el cual graba cuatro Long Play). Participa como músico de los artistas Alfredo Ábalos, Sixto Palavecino, con el cual graba dos L.P. Es autor, compositor e interprete de la obra “La Misa Santiagueña”. En el año 1990 realiza el ciclo musical “Mensaje de Chacarera”, junto a Jacinto Piedra y Juan Saavedra ; luego participa como músico, interprete en el trabajo discográfico “Los Santiagueños sean unido”. Presenta el ciclo musical “Hermandad con la Tierra”, junto a músicos santiagueños. Es director y creador del ciclo musical “Mi origen y mi lugar”. Participan en el mismo , Elpidio Herrera y “Las Sachas Guitarras”, Juan Saavedra, entre otros artistas. Realiza una gira artística por Europa, visitando Bélgica y España. En el año 2001 realiza el ciclo cultural “El arte de las inmediaciones”(arte y pensamiento), que se desarrolla en la Universidad Nacional de Santiago del Estero.

La música nativa como espacio de cruce y mestizaje
Horacio Banegas busca un salto cualitativo en el que se integren las raíces de la chacarera y un lenguaje actual
La música nativa, en tanto portadora de tradiciones, que conserva y reverdece, con sus formas y estilos heterogéneos, puede ser un espacio original desde el cual descubrir que las diferencias hacen a la riqueza cultural de un país y que desde ellas es posible construir una vecindad más amplia. Algo así transmite Horacio Banegas en su último trabajo: "La inmediación es el otro, el cercano, la certificación de la diferencia, necesaria diferencia para ser en la pluralidad, sentido de continuidad y de contigüidad". El músico santiagueño explica su actual producción como "espacio de cruce, de mestizaje... Un arte de inmediaciones es con los otros; como una trama va de mano en mano, atando unos a otros en su derivante andar".
Comenzó su carrera en los años sesenta y lleva siete discos editados, de los cuales El color de la chacarera e Inmediaciones integran una serie en la que indaga en las raíces de ese ritmo típico de su provincia e inicia una etapa de experimentación que lo sitúa como protagonista de la vanguardia del folklore. En este sentido, como él mismo dice, Santiago del Estero es "un pueblo antiguo y nuevo en la canción". Su punto de partida fue la interpretación del repertorio de todas las regiones, mientras recorría el país con su hermano Coco.
Situarse en el presente
Banegas es reconocido por su defensa de la música tradicional y a la vez por la búsqueda de un salto cualitativo desde las diversas maneras de interpretar la chacarera, características de sucesivas generaciones de músicos. Empezó por un rescate de las formas puras. Después intentó integrar y recrear valiéndose incluso de las herramientas tecnológicas de la música contemporánea y de la convivencia de guitarra eléctrica, bandoneón, violín, batería, teclados y cajas. Por otra parte encara una constante reflexión sobre su trabajo como compositor, en el que reconoce la necesidad de marcar su época y su entorno, tal como lo expresaron, a su tiempo, Andrés Chazarreta y Julio Jerez.
Inmediaciones revela en su conjunto que para Banegas la búsqueda creativa consiste en retomar elementos del pasado y buscar un lenguaje actual. El se refiere a la música como urdimbre en la que se resignifica la memoria y en la que hace pie la "urgencia" de la expresión, dada la crítica situación social de su provincia, que requiere denuncia e intervención. ("Hiere el grito/ desde la mirada inocente,/ la tristeza ladra.../ en la inmensidad,/ es la humanidad/ canción que desangra el dolor.")
"Hay diversidad de expresiones en la chacarera. Cada autor visualiza a su manera. En mis chacareras hablo de Santiago, del abandono en el que se ha dejado al pueblo, de su sufrimiento, trato de reflejar incluso esa mirada de resignación que tiene el santiagueño. Los clásicos le han cantado mucho al paisaje; yo trato de enfocar en el hombre como elemento sustancial del paisaje", dice.
En la poesía de Horacio Banegas asoma una claridad en la que se amalgaman el ritmo propio de la chacarera y una aguda observación de lo que dice el poblador rural desde su economía de palabras y desde un silencio que tiene mucho de la profundidad rústica del monte. Incluso cuando interpreta temas de otros compositores Banegas lleva en la voz el registro sensible de la patria de su infancia y las imágenes ganan con él una vivacidad que nos interpela al referirse a la pobreza y la exclusión instaladas en Santiago del Estero o nos enciende con la alegría "de los patios guitarreados de la noche a la alborada".
Su música deja ver a un hombre que indaga en el misterio de su propia intimidad, anclada en aquella tierra en la que desde chico conoció lo arduo de la sobrevivencia y la riqueza poética de las expresiones populares, mixtura de español y quichua. ("Soy el presente./ Soy la memoria./ Soy el ayer; /El que vuelve a renacer.../ en el hoy.")
El ejercicio de la poesía parece ser, en su caso, una manera de construirse como hombre de consejo sencillo, metafórico, de pocas pero justas palabras. "Yo quisiera llegar a ser ese anciano que no habla mucho y que escucha. La imagen perfecta es para mí la de esa gente sabia, que sólo dice dos o tres cosas, que sintetiza el consejo", confía Banegas. Este deseo tal vez pueda interpretarse como una manera de corresponder a su gente y de mantener arraigo desde la precisión de la palabra y la búsqueda de sentencias. En sus cuerdas vibra ese diálogo consigo mismo ("La chacarera le enciende su luz"). Reconoce el autor que sus referentes naturales son don Sixto Palavecino, aquel niño que escondía su primer violín, de factura propia, en el hueco de un quebracho para conectarse con la música a escondidas de sus padres mientras llevaba los animales al monte, y Elpidio Herrera, creador de la sachaguitarra.
Lejos de la masividad, Banegas quiere difundir su trabajo y la cultura de su provincia, todavía no invadida por los medios. "El contexto comercial desvirtúa. El día que se termine el show, apaguen las luces, desenchufen el sonido y nos sienten a todos con una guitarra, se sabrá lo que es la música, de dónde viene cada uno, cuál es su formación y su esencia", observa.
A partir de mayo iniciará un trabajo para la Subsecretaría de Cultura de su provincia. Hará un relevamiento de la cultura en los pueblos que "se mantienen todavía inmunes a la invasión mediática". El recorrido será por los bordes del mapa de Santiago del Estero y se enriquecerá con el aporte de un equipo interdisciplinario (asistentes sociales, músicos, profesores de danzas y de quichua, sociólogos, cineastas...), que organizará talleres y será responsable de un registro del estado actual de la producción artística local y de las necesidades de todo tipo. El sentido de este trabajo no sólo es el rescate de la cultura nativa sino también mostrar a otros el modo de ser y de existir en el interior de Santiago. (Analía H. Testa, La Nación, 9 de febrero de 2008)

Discografía:
Mi Origen y mi Lugar (1992)
Pertenezco a Este Mundo (1993)
Sintaxis (1994)
La Ciudad Desierta (1998)
15 Grandes Éxitos (2001)
El Color de la Chacarera (2006)
Inmediaciones (2007)
Páginas Web:
http://www.horaciobanegas.com.ar/
Mi Origen y mi Lugar
Rubia Moreno
Coplas del Silencio
Desde tu Sueño a mis Cosas
El Último Suspiro
Carita de Sol


2 comentarios:
me gusta mucho Horacio Banegas, lo voy conociendo de a poco. Una vez más, confirmo que "el provisorio" informa, entretiene, emociona, une corazones y demás órganos vitales, asusta, amenaza, boludea, te hace reir y llorar (a veces al mismo tiempo), saludos....
sobre todo, boludea, que es lo más importante...
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